Se atrevió a echar la vista hacia atrás y vio que los bancos públicos estaban llenos. Filas de extraños. Sobre todo mujeres. Movían las bocas, pero sus ojos no se apartaban de Ruth.
Miró hacia un lado y la primera figura que vio fue la de Devlin. El policía, que parecía un actor, estaba releyendo los apuntes de su cuaderno. De vez en cuando levantaba la cabeza y su mirada firme e intensa barría la habitación. Mientras lo observaba, sus ojos se encontraron con los de él. Ruth casi le sonrió. Lo conocía tan bien... y aquí estaban, el uno frente al otro. Solo que ella no estaba donde deseaba. Bajó la vista al suelo y sus labios formaron una línea recta y dura.
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