Así habían ido recorriendo los salmos, desde el día primero del mes hasta el trigésimo primero, mañana y tarde, en tiempo de guerra o de paz; y era frecuente que al primer sacristán, o al segundo, lo sustituyeran en su labor, dando misa a lo que parecía una iglesia llena de bancos vacíos, por fidelidad a la congregación de los ángeles, desgranando en inglés las intenciones del abnegado cantor de Israel.
Tras encender el hornillo de su habitación, Joanna puso agua a hervir y le dijo a Nancy Riddle:
-El misal es una maravilla. Iban a sacar una versión nueva en 1928, pero el Parlamento la prohibió. Casi mejor, la verdad.
-¿Qué tiene que ver el Parlamento con el misal?
-Entra dentro de la jurisdicción, por raro que parezca.
-Pues yo estoy a favor del divorcio -dijo Nancy.
-¿Qué tiene que ver eso con el misal?
-Bueno, está todo relacionado con la Iglesia anglicana y con los líos que montan siempre.