sábado, 30 de diciembre de 2017

- ¿Y que podrías hacer tú que no hayan hecho las autoridades?


- ¿Y que  tú que no hayan  hecho las autoridades? - Celsa se sentó en un banco de piedra, con la mirada fija en el fuego-. Aunque dieras con él, eso tampoco nos lo traería de vuelta.- Metió la mano por debajo del largo delantal y hurgo entre los pliegues de sus faldas. Extrajo un pañuelo y se lo llevó a sus ojos-. Ahora tenemos otros problemas. 

domingo, 3 de diciembre de 2017

Casi había tenido que discutir con Virtudes cuando pasó por casa a recoger el abrigo...



Casi había tenido que discutir con Virtudes cuando pasó por casa a recoger el abrigo, empeñada en que era mejor que esperasen allí y que en el hospital no hacían nada. La había dejado con la palabra en la boca. No la soportaba. Cuando estaba callada, entretenida en sus quehaceres simples y cotidianos, sin molestarle a su paso, podía sostener con cierta normalidad la convivencia, pero su presencia le provocaba tal rechazo que a veces tenía deseos de estamparla contra el suelo como a un gusano. En varias ocasiones había callado su boca viperina (tan brava ella) con un bofetón que hacía su efecto porque, entonces desplegando una ofendida dignidad, enmudecía durante semanas, liberándole de tener que mantener con ella conversaciones anodinas y sin sustancia. En sus incansables y limitados paseos miraba a Marta, tan quieta, sentada en el banco de madera, tensa en todo su cuerpo, los ojos clavados en una nada infinita, tan desamparada otra vez, tan frágil y tan alejada.