sábado, 1 de noviembre de 2014

-Ven, vamos a sentarnos un poco aquí dentro.



-Ven, vamos a sentarnos un poco aquí dentro.- Subió con ella las gradas.

El interior del templo estaba frío y oscuro, sólo el ornamentado altar cubierto de pan de oro aparecía iluminado. En los bancos en penumbra unas figuras borrosas permanecían sentadas con los hombros encorvados, algunas de ellas murmurando oraciones. Harry acompañó a Barbara a un banco vacío. Había lágrimas en sus mejillas. Barbara se quitó las gafas y se sacó un panuelo del bolsillo.


                                                                                           Invierno en Madrid.
                                                                                             Sansom C.J.

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