-Es Pedro de
Alemán, el abogado de pobres del concejo.
Ambos
gemelos Basurto intercambiaron una mirada fugaz.
-¿El
abogado de pobres? –intervino Juan Fadrique Basurto, repentinamente
interesado, dando un empujón a la moza que se aposentaba a su
derecha, que a punto estuvo de caer del banco-.¿De qué conoces tú
a ese abogado?
-De nada.
-De nada no
se conoce a nadie-perseveró Juan Fadrigue que propinó un pescozón
a Suárez, que se hallaba a su izquierda-. Si lo conoces, dinos de
qué.
-Bueno,
verás…
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