sábado, 28 de octubre de 2017

Cuando volvió anteayer del campo -cuenta a una amiga la madre de Cecilia-, la señora...



Cuando volvió anteayer del campo –cuenta a una amiga la madre de Cecilia-, la señora de Merteuil se apeó en el teatro italiano, donde tiene un palco; estaba sola en él, y lo que le debió parecer extraño es que ningún hombre entró a acompañarla en todo el tiempo que duró es espectáculo. A la salida, entró como acostumbraba para esperar su coche en el saloncito que estaba ya lleno de gente. Al momento se levantó un rumor del que, según parece, no creyó ser la causa. Percibió un lugar vacío en uno de los bancos y fue a sentarse en él; pero todas las señoras, que estaban en aquel lado, se levantaron como de común acuerdo, y la dejaron enteramente sola. Este movimiento de indignación, tan visible, fue aplaudido por todos los hombres y aumentó el rumor, que al parecer llegó a ser casi griterío.

                                                             

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