domingo, 12 de junio de 2016

Hermann examinó los palcos...




   Hermann examinó los palcos. Tres estaban ocupados por damas solitarias que velaban su identidad con antifaces. En el patio se sentaban en desorden una cincuentena de personas de variada condición social. Detrás, en bancos corridos, se amontonaba la plebe. Los chulos del capitán comían fruta sin quitar la vista de los actores, a los que animaban o abroncaban según sus simpatías. Las cáscaras de las naranjas tenían por blanco al marido viejo y potencialmente cornudo. las mujeres de los bancos bendecían a la madre que había parido al galán joven. Los hombres engallaban la actitud e imitaban sus gestos.

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