No supe qué hacer.
... Aproveché para salir y seguí caminando, observando, saboreando las primeras señales del otoño, ayudé a un ciego a cruzar la calle, di una limonsa a un acordeonista, en un parque vi jugar a los niños, me senté en un banco, enredé un poco con el móvil y al rato ya no supe qué hacer. No supe qué hacer.
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